
Enseñanzas comunitarias para una Transición Energética Justa
integrante de las Comunidades SETAA-Sembradoras de Territorios, Aguas y Autonomías/ Movimiento Colombiano Ríos Vivos
Octubre 2020
Bajo los rayos directos del sol, a una temperatura que podría estar entre los 37 o 38 grados centígrados, donde se sentía el viento que paseaba por el cañón del río Cauca, nos encontrábamos escuchando a una funcionaria que se presentó como de EPM. Esta persona fue reiterativa en decir que Hidroituango era un gran proyecto porque llevaría luz a las casas y que por ello ya no se podía vivir en las playas del río Cauca, entre otros aspectos.
En medio de este monólogo, una niña con hermosos ojos color miel y de cabello largo con tonos dorados impregnado de los rayos del sol, la interpelaba a voz baja y con su argumento desmoronó todo lo que aquella funcionaria dijo. De la misma manera, como vuelan las arenas de las playas del Cauca cuando ventea fuerte, el palabrerío de la funcionaría perdió toda la fuerza que ella quiso imprimirle a sus argumentos, pues la niña dijo que “si es pa´eso, prefiero no tener esa cosa (refiriéndose a Hidroituango) pues yo no me quiero ir de aquí (refiriéndose al cañón del río Cauca)”.
El gesto de la niña lo he agradecido en muchos momentos, primero porque me permitió sentir al Cauca en su ser de niña, segundo porque me quitó el cansancio que tenía de escuchar palabras vacías traídas por la Empresa y, por último, porque ese momento me ha ayudado a guiar mis reflexiones y actuaciones, dándole sentido a esa pregunta que las comunidades afectadas por represas nos hemos hecho: ¿Energía para qué y para quien?
Esta pregunta me la he hecho miles de veces en diferentes contextos. Y gracias a la insistencia propia y del proceso del que hago parte, he podido lograr comprender a la energía en múltiples dimensiones. Desde la restitución de los derechos, la puesta en marcha de tecnologías sencillas y totalmente funcionales para las necesidades locales, hasta pensar en la energía como la fuerza vital necesaria para habitar el planeta tierra.
Estas genuinas palabras de la niña de cabello color del sol, conducen necesariamente a profundizar en aspectos básicos y complejos para comprender que estamos ante una crisis climática generada por un modelo que obliga a dejar de ver lo que es imprescindible para la vida como lo es el respeto por el lugar que habitamos y a su vez, el respeto hacia cada uno de los seres que lo habitamos.
Es por esto que la Primera Exhibición Virtual de Experiencias Comunitarias de Energías Alternativas llevada a cabo entre los meses de julio y octubre del año 2020 tiene gran relevancia, pues pudimos conocer propuestas comunitarias de América Latina que han logrado superar al modelo impuesto y generar propuestas prácticas para continuar nuestra existencia en el planeta tierra desmoronado, de la misma manera en la que el discurso de la funcionaria de EPM se fue por la fuerza del viento, la imposición despojadora de esperanza que han querido generar en cada lugar de nuestro planeta los mercaderes de la vida.
La primera exhibición virtual nos dio la posibilidad de conocer de cerca las acciones que con creatividad y, en muchos de los casos, con gran valentía se han construido en los territorios y que contribuyen a evidenciar que sí es posible partir del respeto y el amor, transformar el modelo energético imperante que genera daños irreversibles e irreparables en los territorios, afectando de manera contraproducente la vida misma.
Por estas razones, las propuestas comunitarias que participaron en la Exhibición Virtual nos socializaron sus propuestas de aprovechamiento de la energía del sol o cosechas de sol, cosechas de aguas, cosechas de energía humana y cosechas de nuevas prácticas y relaciones que nos muestran la posibilidad de construir un modelo descentralizado y dar nuevos usos a la energía permitiéndonos llenar de sentido la respuesta a la pregunta ¿energía para qué y para quién?
Estas iniciativas, que parten de sueños comunitarios, son acciones caracterizadas por darle vía libre a la esperanza y a la capacidad de crear y resolver las necesidades locales en medio de contextos difíciles y diversos. Así es que, de una exhibición con tanta diversidad, resaltamos algunas enseñanzas como las que nos dan mujeres, tanto jóvenes como adultas, que están liderando la creación de acciones que vuelen posible la transición energética justa en la vía de las soberanía o autonomía comunitaria.
Algunas propuestas dan evidencia de que hay varias mujeres capacitándose técnicamente y que ellas mismas solucionan problemas de esta índole, una actividad que comúnmente la desarrollan los hombres y, que además, les enseñan a otras mujeres y personas de sus comunidades. Magalys Polanco integrante de la Asociación Solar y Pedagógica de la Zona Rural de Nazareth – Asoperna en la Guajira en Colombia, se capacitó en la India y aprendió sin traducción, contó con la buena voluntad de su profesor y con la ilusión de ella por aprender a prestar el servicio a su comunidad. El empeño, el coraje y la voluntad de Magalys hoy se traducen en soberanía energética para su comunidad.
También es importante destacar, en el marco de la exhibición virtual, acciones que benefician a un gran número de población y más importante aún, población juvenil. El biodigestor puesto en funcionamiento en la Institución Educativa Las Aves en Santander de Quilichao, Departamento del Cauca, Colombia, es una acción que muestra el respeto y el amor por las aguas y que conlleva un gran trabajo educativo en el sector juvenil y sus respectivos hogares. Son jóvenes que después de vivir la experiencia pueden replicarla fácilmente.
También es de resaltar como experiencias replicables el bombeo de agua potable con energía solar de ASOVEJERAS de Colombia o los múltiples beneficio de la energía solar promovidos por la Cooperativa Junquera Isla Esperanza en Argentina que les ha permitido mantenerse en comunicación entre ellos y con organizaciones que se encuentran fuera de la Isla así como la posibilidad de generar ingresos económicos adicionales con actividades productivas y artesanales que pueden realizar con la energía eléctrica.
En la exhibición virtual cada una de las experiencias, puestas en marcha o en curso de implementación, son el resultado del ingenio popular que a su vez son propuestas para contrarrestar la crisis climática, a la que poco hemos contribuido pero que nos afecta mayoritariamente, y así continuar construyendo autonomía energética.
Conocer todas las experiencias inscritas permite recrear la inspiración o respuesta a interrogantes que puedan tener las organizaciones. Por esta razón, recomiendo visitar la exhibición virtual la cual está disponible en la página www.transiciones.info. Allí también encontrarán un mapa interactivo que permite visualizar el lugar en el que se encuentran las propuestas, visualizarlas o agruparlas por temas, países, etc.
¡Mujer, agua y energía, no son mercancías!